
ANTICIUDADES
ANTICIUDADES / Sitios absractos
Las ciudades que nos encuentran ya no son calles ni veredas, ni plazas ni parques. Las urbes digitales nos aquietan la voluntad de salir. Las redes sociales
(de ocio) nos acumulan en bits y circuitos digitales.
La esperanza de vida medida en línea y corazones irreales, sin latidos.
Las AntiCiudades ponderantes están a un clic o a varios megabytes de distancia. Los recorridos virtuales nos acotan la realidad. La desdibujan. El dígito binario. El latido quieto.
El viaje encerrado en circuitos electrónicos. La vida que pasa en un abrir y cerrar de sesión.
“No Ciudades” Por Federico Massarino*
BREVE RESEÑA
Con los comienzos del frío 2020 empezaron los cimientos sobre una tabla de lo que hoy conocemos como AntiCiudades
Alrededor de 20 “placas madre” de computadoras desechadas, cientos de artilugios minúsculos de metal y vidrio junto a decenas de disipadores de aluminio juntaban polvo en cajones de madera esperando el inicio de obra.
“Mi afición a la Arquitectura, un poco por mi pasaje por la universidad en dicha facultad, unido a mi pasión por el arte y también a mi curiosidad por la electrónica me llevaron a este camino y visualizar este concepto. Se une a estas disciplinas mi preocupación o especial atención al concepto de Obsolescencia programada1.”
El primer “terreno” fue de tamaño mediano, de la cual surgió un video corto pensado para historias de Instagram, filmado con el celular simulando un vuelo de dron. Esa experiencia fue disparando otras ideas y más experiencias. Fueron apareciendo más “placas madre” y fue necesario un terreno (tabla) más amplio, y así fue creciendo...
Dos semanas después el terreno ya eran varias nano hectáreas con un desarrollo mayor y más diverso que solo las “placas madre”. En el proceso fueron apareciendo piedras, agua y un componente vivo: los musgos.
En ese momento surgen inquietudes desde lo conceptual: necesitaba de un contexto teórico que amalgamara lo que se estaba plasmando y gestando. Surgió un pequeño texto, “No Ciudades” (*).
La siguiente etapa surgió con mucho poder: iluminar la anti-ciudad con leds. La maqueta, lejos de tener un límite o acotarse no hacía más que ampliar su proyección. En todo este proceso de concepción fueron surgiendo varios registros audiovisuales, creación musical para esos videos y fotos que comparto en esta presentación.
Varias ideas más que están en etapa de piense y pronto verán la "luz"
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1. La obsolescencia programada u obsolescencia planificada es la determinación o programación del fin de la vida útil de un producto, de modo que, tras un período de tiempo calculado de antemano por el fabricante o por la empresa durante la fase de diseño del mismo, este se torne obsoleto, no funcional, inútil o inservible por diversos procedimientos, por ejemplo, por falta de repuestos, y haya que comprar otro nuevo que lo sustituya. Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Obsolescencia_programada
BREVE RESEÑA
Los mundos virtuales degradantes de la realidad. La realidad degradada en mundos virtuales. Componentes electrónicos que forman un mundo inerte y cuántico que da vida a un paisaje real e irreal al mismo tiempo. La asociación intrínseca entre forma y concepto.
Vivir en el concepto de AntiCiudad. Las redes a veces nos hacen abandonar los recorridos a escalas humana. Y además nos sumen en recorridos virtuales a través de circuitos e información en circunstancias efímeras.
Las vicisitudes de con-vivir en la ciudad llena de desencuentros nos llevan a encontrar al otro sin encontrarse. Desde la distancia material hacia el acercamiento virtual, pero, así y todo, personal, directo y pseudo-real.
Nos buscamos, nos mostramos, nos seguimos, nos espiamos, nos odiamos, nos amamos, nos bloqueamos.
PROYECTO
Jugando a construir AntiCiudad. Pasatiempo o tiempo que pasa imaginando otras realidades, otras situaciones de un mismo concepto. El entramado de la sociedad encasillada entre manzanas, calles, torres y espacios delimitados. La no ciudad que nos encuentra entre circuitos y disipadores. Entre cables, luces, chips y transistores. Nuestras vidas son en gran medida una construcción mental urgida de momentos felices. Llenas de efímeros momentos y circunstancias.
La no ciudad o la AntiCiudad nos muestra lo frágil de la realidad. Basta cambiar el cristal con que se mira y todo cambia. Depende de uno que tonalidad darle a ese cristal porque de todas maneras seguirá siendo tu realidad, la que vos quieras elegir o creer. No hay una verdad, la verdad es un medio para descubrir la realidad que quieras vivir.
LA NO CIUDAD
Tu no ciudad. La fantasía de estar en lugares que no albergan humanidad. Sin escala para tu humanidad. AntiCiudad sin bancos de plaza ni bancos de plata.
Componentes electrónicos en desuso que se transforman en un mundo inerte y sin posibilidad de vivirlo a su escala.
La AntiCiudad se transforma en un hecho artístico de dimensiones inseguras. Limitada por el espacio circundante. Efímera si se quiere. Inestable y a la vez arrogante. Se transforma. Se agranda. Se ilumina.
¿Qué pasa si se resignifica? ¿Qué pasa si esos circuitos dan vida a otros mundos, a otras realidades? ¿Cómo sería la vida de un circuito electrónico rehabilitado? Reinserto en la No Sociedad, siendo parte y ser de la AntiCiudad.
De la Obsolescencia programada
Eso que pensamos como desecho electrónico, es tal, porque pierde su contexto, pero en su función sigue siendo útil. Sigue siendo un circuito y sigue cumpliendo su funcionalidad conductora.
Entonces, en conjunción con nueva o ya existente tecnología y amalgamada con un sistema integrado de iluminación empiezan a transformar un proyecto estático y opaco en algo dinámico y luminoso.
Utilizando los circuitos existentes en las “placas madre” se plantea un nuevo circuito que ilumina un entramado obsoleto, dándole otra vida a la AntiCiudad. Sigue sin tener una escala humana, ya que no lo pretende. Pero si completa el concepto y no está lejos de su contexto original.
Se presenta en este sentido un componente familiar, cercano y minimalista. ARDUINO.
REFERENCIAS
LITERARIAS Y CONCEPTUALES
La anti-ciudad o la pérdida del sujeto urbano // De Luis Fernando Acebedo R.
La anti-ciudad no es la ausencia de ciudad como algunos piensan. Por el contrario, es la expansión y el crecimiento de la ciudad, incluso a ritmos cada vez más acelerados, pero por causas distintas a la búsqueda de la elevación constante de la calidad de vida de sus principales habitantes y gestores: los ciudadanos.
Es la ciudad sin sujetos colectivos, o como diría Armando Silva (1993) “la muerte del sujeto urbano”. Es la pérdida de la ciudad vivida. Y desde el punto de vista espacial es la construcción de espacios públicos sin civilidad.
La anti-ciudad se opone al concepto de lugar como espacio referencial y de memoria. Es la pérdida de centro, tanto en términos geográficos como simbólicos. La centralidad como un denso entramado de actividades y de relaciones múltiples se va diluyendo en función de una red de flujos sin nodos que los articulen. Desde el punto de vista social, disminuye o desaparece el contacto entre las personas, para quienes las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicaciones — TIC— ejercen una labor de intermediación y, en no pocas oportunidades, crean una espacialidad virtual, muchas veces más real o dinámica que los espacios íntimos del hogar o los colectivos, como el trabajo. (...)
Las nuevas relaciones sociales ya no se dan directamente entre seres humanos, cara a cara y mirándose a los ojos como condición para transmitir emociones o sensaciones, sino entre los individuos a través de los aparatos electrónicos. La noción de lugar bajo estas circunstancias está representada en los mundos virtuales, mientras que el espacio propiamente dicho retoma su condición instrumental como mercancía que produce y reproduce rentas inmobiliarias, fuerza de trabajo y capital.
¿puede existir espacio público urbano sin ciudadanía?, o mejor, ¿se puede hacer ciudad sin sujetos urbanos? (...)
POESÍA Y CIUDAD
Ciudades insensibles, incendiables. recalentadas. sobrecalentadas. Ciudades oscuras, mal ventiladas, hibernando o encendidas 24 horas. Ciudades desconectadas, quemadas, formateadas y en redundancia cíclica.
Ciudades de RAM agotada. de memoria llena y discos rotos. Anticiudades sin futuro, sin redes ni Wi-Fi ni protocolo TCP. Anticiudades descolonizadas, invivibles, inservibles, desechables y obsoletas.
Anticuadas situaciones de transistores mal soldados. Antiestéticas plaquetas en función de funcionalidades. Antiguas tecnologías materiales devenidas en ancestrales. Tecnología alienígena engañándonos las mentes.
Aparato, cosa, coso, cosito, cuestión.
La compu, el laptop. la portátil, el iPad, la consola. El celular, las redes. Las canciones de moda.
La quirúrgica manipulación logarítmica.
Tu entorno gráfico.
Tu resolución.
La contraseña.
El cargador
el cable
la electricidad
el gasto
el sueño
el descanso
y otra vez...
Anticiudades sensibles.